John es Inglés y creció con un sentido conjunto del catolicismo y la justicia social, y como tal, desde temprana edad buscó formas de ayudar a hacer del mundo un mejor lugar, aunque nunca tuvo la menor idea de ser sacerdote.
Uno de sus héroes fue (el recientemente canonizado como Santo) Oscar Romero, Arzobispo de San Salvador (en la República Centroamericana de El Salvador) fue asesinado el 24 de marzo de 1980. Este fue un punto de inflexión para John, y al momento decidió que quería ir a América Latina como voluntario técnico y unirse al proceso por el que Romero había muerto.
John aplicó al Programa de Voluntarios Británicos y, después de varios intentos, fue enviado a otra nación centroamericana en conflicto, Nicaragua, en 1983, con la tarea de ayudar a establecer áreas de reubicación de emergencia para las comunidades campesinas desplazadas por los combates durante la Guerra Contra (1983-90).
Por primera vez, John vio a católicos comprometidos, tanto laicos como clérigos, trabajando codo con codo para superar la pobreza y la injusticia, incluso a riesgo de sus vidas. Le conmovió especialmente el papel de los sacerdotes misioneros extranjeros y empezó a sentir que tal vez ese era el camino por el que Dios le pedía que anduviera.
Después de algún tiempo, John consultó con uno de estos sacerdotes, un irlandés con quien se había hecho amigo y que lo animó a probar su vocación como misionero ordenado. Le recomendaron la Sociedad Columbana y John decidió regresar de Nicaragua para asistir a la universidad en Maynooth, donde se encontraba el seminario de la Sociedad Misionera de San Columbano en Irlanda.
John ingresó a los Columbanos en 1989. La mayor parte de su tiempo de estudio lo pasó en Irlanda, sin embargo, pasó un año en los Estados Unidos.
Debido a la afinidad de John con América Latina, fue designado para la Misión Columbana en Lima, Perú poco después de su ordenación en 1996 y permaneció allí durante la mayor parte de los últimos 25 años.
John ha disfrutado trabajar con los pobres tanto en una capacidad espiritual como humanitaria. Durante su tiempo en la misión, sus principales responsabilidades han sido ayudar a desarrollar parroquias desde cero en los barrios marginales. Una vez que las parroquias sean autosuficientes, John y su equipo se las entregarían al obispo local y se mudarían una vez más a la nueva frontera para repetir el proceso. Durante este tiempo, John también se desempeñó como capellán de una escuela para niños con necesidades especiales de familias pobres de áreas afectadas por la pobreza de Lima. Muy recientemente, John regresó a la vida del seminario, esta vez como Formador, en el Seminario Sudamericano Columbano (ubicado primero en Lima, luego en Santiago, Chile), y ha tenido el placer de presenciar la ordenación de media docena de candidatos como Sacerdotes Misioneros Columbanos.
John regresó a Bretaña y se convirtió en Director Regional de Bretaña en noviembre de 2021.